¿Pensaste que por el título ibas a recibir la receta mágica?

Pues déjame decirte que formar un excelente vendedor es de todos los días y siempre el cliente nos exigirá más, siempre existirán cosas nuevas que pedirán, pedirán y pedirán.

Ahora vamos a ser sinceros, tú no eres solamente vendedor o vendedora, eres también un cliente, comprador, ¿o acaso qué vas a visitar este fin de semana? Pues donde comprar diferentes productos y servicios que te hacen huir del dolor, productos o servicios que te ahorran energía y productos y servicios que te aumentan el placer, y en el 80% de los casos, siempre hay un vendedor o vendedora intermediando esa venta y alterando positiva o negativamente tu biología corporal para hacer más placentero o estresante la compra.

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Te tengo un reto. Júrame que lo vas a cumplir. Prométeme que seguirás mis pasos juiciosamente.

Te vas a sorprender por lo que te diré, pero… existen malos vendedores porque también existen malos clientes, ahora no sé si tú eres un mal cliente, Yo fui mal cliente, pero hace 8 años me convertí en un excelente cliente.

Déjame te explico.

✅ Pides café caliente, te llega tibio y frío y te lo tomas… eres un mal cliente.

✅ Pides un domicilio con la promesa de llegada de 30 minutos y llega a los 60 minutos y lo recibes… eres un mal cliente.

✅ Te llega el almuerzo en el restaurante con un pelo, mal servido, sin cubiertos, sin la bebida que pediste y te lo comes… eres un mal cliente.

✅ Compras una camisa y tiene una costura rota o el botón flojo y tu mismo lo arreglas… eres un mal cliente.

✅ Pides una compra en línea, te dicen, llega en 5 días y llegó en 8 días y lo recibes… eres un mal cliente.

✅ Vas a la tienda de ropa y se demoran 10 minutos en atenderte, pues los vendedores estaban en sus celulares visitando sus redes sociales, tú esperas a ser atendido y compras… eres un mal cliente.

✅ Mandas lavar tu carro y notas que las llantas están sucias, pero les dices no hay problema, igual va a llover, déjalo así… eres un mal cliente.

Y tengo millones de ejemplos (rico, me respondas y me des los tuyos) donde somos malos clientes y por no decir nada, por no quejarnos, nos siguen dando un servicio de pésima categoría.

Así que, por favor acompáñame a mi campaña presidencial Buenos Clientes – Buenos Vendedores.

Me cuentas como te va.