Cuando aprendes a adoptar una actitud mental positiva, tu cerebro se prepara mejor para afrontar las tareas comerciales:

? Nunca acudas al trabajo pensando que será un mal día (por complicada que se presente la jornada, puede acabar mejor de lo que esperas).

? Afronta primero las visitas, llamadas o tareas más complicadas (de esta forma aprovecharás tus momentos de mayor energía y concentración).

? Evita los mensajes negativos (intenta ahuyentar los pensamientos de culpa, fracaso, estrés, etc).

? Mejora tu comunicación (acostúmbrate a hablar con la gente al mismo nivel, escucha lo que te dicen y reflexiona sobre sus sentimientos).

? Organiza tu trabajo (es una buena forma de afrontar tu tarea con más libertad y espíritu constructivo)

? Aprende de los fracasos (no te tomes las negativas de los clientes como derrotas, sino como oportunidades para aprender).

? Celebra los éxitos (festeja las victorias: una venta cerrada, una felicitación de un cliente).

? No te lleves los problemas a casa (cuando salgas de la oficina, desconéctate del trabajo).